Reflexiones
Domingo 11º de tiempo ordinario B
17 de junio de 2012

Primera lectura: Ezequiel 17: 22-24
Salmo responsorial: 92:2-3, 13-14, 15-16
Segunda Lectura: 2Corintios 5: 6-10
Evangelio: San Marcos 4: 26-34


 
Llamados a Crecer en la Fe y dar Frutos

Para muchos de nosotros, los cuales hemos crecido en la ciudad, a veces es difícil relacionarnos con la cultura campestre. Si bien nos gusta ver los campos verdes y floridos, no siempre tenemos el conocimiento necesario que nos ayudaría a producir frutos de la misma tierra. En pocas palabras, los frutos de la tierra que producimos y consumimos son aquellos los que ya han sido cultivados por otras manos.

Algo similar sucede con las imágenes de este día. En ellas encontramos referencias a la vida del campo; se nos habla de plantar árboles y sembrar semillas. De manera extraordinaria, las lecturas nos indican como las ramas pequeñas y las semillas insignificantes darán grandes frutos en árboles y arbustos: “Esto dice Yavé : Yo mismo sacaré del cedro una patilla y la plantaré en una montaña alta…se desarrollará, dará frutos y se convertirá en un cedro magnifico” (Ezequiel 17:22-23). El contraste que nos presentan estas imágenes es significativo.

Podemos decir que frente a nosotros tenemos unas imagines que no invitan a ser una comparación y conexión con nuestra vida de fe. Si bien nuestra experiencia con la vida de campo es limitada, todos/as hemos experimentado ampliamente como nuestra fe pude crecer o disminuir según el cultivo que le demos.

Como la rama que crece a gran proporción y la semilla de mostaza que se agrándese, así nuestra fe es capaz de ser abundante. Para que este crecimiento en la fe sea una realidad, las palabras del salmo y las de Pablo son de gran ayuda. En el salmo escuchamos como la fe crece en proporción a la justicia que practicamos: “El justo crecerá como palmera, se alzará como cedro de Líbano. Los plantados en la casa del Señor darán flores en los patios de nuestro Dios” (Salmo 92: 13-14).

De igual manera, en las palabras de Pablo a los Corintios vemos como los frutos de nuestra fe vienen cuando nos encaminamos en la fe: “Así, pues, nos sentimos seguros en cualquier circunstancia. Sabemos que vivir en el cuerpo es estar de viaje, lejos del Señor; es el tiempo de la fe, no de la visión” (2 Corintios 5: 6-7).

Ahora bien, nuestro crecimiento de la fe y su fruto implica que tenemos que ejercer la justicia y presentar (sembrar) una visión alternativa a la que el mundo nos ofrece. Como lo vemos en las palabras de Pablo, es el “tiempo de la fe, no de la visión;” es decir, solo la fe en Dios nos guía por los caminos a seguir. Solo cuando vivimos en el tiempo de la fe podemos verdaderamente practicar la justicia—sin temor o impedimento humano.

Con la fe y la justicia en el arado, los surcos que plantamos, entonces, sí serán capaces de contribuir a la cultivación del Reino de Dios. Un reino donde todos son bienvenidos y donde todos encuentran su hogar: “¿A qué se parece el Reino de Dios? Es semejante a una semilla de mostaza; al sembrarla, es la más pequeña de todas la semillas que se echan en la tierra, pero una vez sembrada, crece y se hace más grande que todas las plantas del huerto y sus ramas se hacen tan grandes que los pájaros del cielo buscan refugio bajo su sombra” (Marcos 4: 30-32).

Vallamos pues con fe al mundo, llevando las semillas de justicia en nuestras manos y corazones. Repletos de confianza y esperanza, sabemos que Dios dará gran fruto a nuestros esfuerzos. Ahora es el momento para vivir en el campo verde que es el Reino de Dios. ¡Animo, sembrador!

F. Javier Orozco, SFO, PhD

F. Javier es un teólogo y educador católico. Presentemente trabaja como director del ministerio hispano para la Arquidiócesis de San Luis, Missouri. Sus estudios son en filosofía y teología.

Derechos de Autor © 2012, F. Javier Orozco.
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Arte de Martin Erspamer, O.S.B.
de Religious Clip Art for the Liturgical Year (A, B, and C)
[“Clip Art” religioso para el año litúrgico (A, B y C)].
Usado con permiso de Liturgy Training Publications. Este arte puede ser reproducido sólo por las parroquias que compren la colección en libro o en forma de CD-ROM. Para más información puede ir a: http://www.ltp.org/