En la lectura del evangelio, Jesús dice que el
reino de Dios es como un grano de mostaza. Cuando se
siembra en la tierra, es la más pequeña de
todas las semillas; pero puede crecer a ser el mayor de
todas las hortalizas.
Así que, aparentemente, el reino de Dios puede ser
muy pequeño, o puede cambiar su tamaño y
llegar a ser muy, muy grande.
¿Cómo es que tiene sentido esto?
¿Por qué el reino de Dios no sería
siempre del mismo tamaño? ––el
tamaño que tiene en el cielo, por ejemplo, sea lo
que sea ese tamaño.
Para ver la respuesta, tienes que reconocer que el reino
de Dios no es un tipo de país extraño. El
reino de Dios ni siquiera es un lugar. Es una
condición, la condición de Dios reinando
como un rey.
Pero, puede que pensemos, aun así, el reino de
Dios no puede cambiar de tamaño. El reinado de Dios
es siempre del mismo tamaño: está en todas
partes.
Sin embargo, esto no puede ser completamente correcto. Lo
que es regido por un rey, se gobierna por la voluntad de
un rey. Pero ¿Cuánto del mundo cumple con la
voluntad de Dios? ¿Cuánto de la voluntad de
Dios cumple cualquier de nosotros? Todo está sujeto
a la voluntad de Dios el Rey, por seguro, pero no todo
cumple con la voluntad de Dios.
Así que esto es la manera en que el reino de Dios
puede cambiar de tamaño. Cuando una persona hace lo
que está en contra de la voluntad de Dios, esa es
la medida en que no se cumple la voluntad de Dios. Y a esa
misma medida, el reino de Dios es pequeño dentro de
ella. Por el otro lado, cuanto más una persona
cumpla con la voluntad de Dios en su vida, más
grande está el reino de Dios dentro de ella.
Entonces, esta es una manera en que podemos entender la
parábola de Cristo sobre el grano de mostaza.
Cuando por primera vez una persona se abre para recibir a
Dios como Señor, el Señor reina sobre una
parte muy pequeña de ella. Y así el reino de
Dios es como la semilla más pequeña en el
terreno de su corazón. Pero sólo si deja que
crezca esa semilla dentro de sí, sólo si no
se da por vencido a sí mismo como estéril,
esa semilla más pequeña del reino de Dios
crecerá y crecerá hasta que llegue a ser un
gran árbol dentro de ella.
Aun el reino de Dios del tamaño de un grano de
mostaza dentro de tí es suficiente para tener
esperanza.
Eleonore Stump
Traducción de Br. Thomas Schaefgen, OP
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