1 Por la Iglesia: que busquemos de todo corazón la mejor manera de
amar a Dios y al prójimo para que esté presente el Reino de Dios.
2 Para convertirnos de nuevo: que demos reverencia a Dios como el
único centro de nuestra vida, dejando atrás los ídolos y los falsos
deseos que nos confunden.
3 Por los que buscan a Dios: que encuentren una relación profunda
con Dios, reconociéndose como hijos queridos de Dios.
4 Por todos los discípulos: que el Espíritu les guíe y les
fortalezca para entregarse en el servicio de los demás,
especialmente los que nos molestan.
5 Por los obispos y por los sacerdotes: que los ministros sean
fieles para guiar a los demás para vivir en comunión con Dios en
Jesús de la Eucaristía.
6 Por los pobres, los enfermos y los que no pueden salir: que les
sirvamos generosamente, les animemos y les apoyemos.
7 Por los que cuidan a los enfermos y a los que no pueden salir: que
Dios les anime en su trabajo, sirviendo con amor y fe.
8 Por mamás y papás corrientes y por ellos que esperan a su bebé:
que Dios les bendiga con la sabiduría de ser padres que preparan a
sus hijos con amor y fe.
9 Por los que está escogiendo su vocación: que Dios les inspire,
dándoles el ánimo de responder a la invitación de Dios.
10 Por todos los que sufren: que Dios les acompañe a los que están
en guerras, les ayude buscar alimentación a los hambrientos y les
mande al Espíritu Santo a los torturados o abusados.
11 Para la paz: que Dios inspire un diálogo sincero para reducir las
armas nucleares y acaban con los conflictos y el terrorismo.
12 Por los que están en luto: que experimenten la presencia
vivificadora de Dios.
13 Para la seguridad: que Dios proteja a los niños que participan en
las actividades de Halloween.
14 Por los presos injustamente encarcelados, especialmente
misioneros: que Dios les libre, para seguir dando testimonio en el
nombre de Cristo, reunidos con sus familias.
15 Por los que han muerto en el año pasado, especialmente familia y
amigos nuestros: que vivan en la luz y la paz de Dios por
siempre.