Domingo > Reflexiones en español > Reflexiones > La Espiritualidad de las Lecturas

Alégranos con buenas noticias

Alegría … ¡que hermoso es sentir alegría!

La alegría se siente como una recarga de energía en la persona. ¿Cuál fue la última vez que estuvimos alegres? ¿Qué momentos nos llenan de alegría?

Yo quiero ser un cristiano optimista.

Quizás fue escuchar la buena noticia de una boda o de la llegada de un bebe a la familia. La buena noticia de la admisión a la universidad o la aprobación de la hipoteca de la casa.

Los momentos de alegría marcan nuestra memoria. A nuestro mundo le hace falta más alegría.

Por eso, en el tercer domingo de adviento le pedimos al Señor:

¡Alégranos con buenas noticias!

A través del profeta Isaías, y luego confirmado por María, Dios nos vuelve a dar una razón para estar alegres; son buenas noticias para todos nosotros: 

  “Los pobres”.

Nuestra falta de verdadera alegría es nuestra mayor pobreza. El que está alegre tiene esperanza, el que está alegre ve lo bueno en este mundo.

La alegría repara nuestro corazón.

Nuestro corazón se maltrata todo el tiempo con la rudeza de la vida.

Se resiente por la falta de amor, de compresión, de compasión y de confianza.

Nos hemos acostumbrado a sospechar de los demás y de no creer en sus verdaderas intenciones; a dudar de los demás y no confiar en ellos. Esto nos impide amarlos, comprenderlos, tener compasión de ellos y confiar en ellos. Mas Dios nos promete reparar ese corazón quebrantado.

La alegría perdona a los cautivos

La alegría permite abrir las puertas al perdón.  El que está alegre no tiene cabida en su corazón para el rencor. Quien está alegre perdona. Y quien es perdonado por alguien que perdona con alegría, a su vez, se alegra.

La alegría libera a los prisioneros

La alegría nos libera de nuestras cargas; de las cargas que nos mantienen prisioneros. ¿Qué ha robado nuestra alegría? ¿El cansancio de nuestras luchas?, ¿Nuestras derrotas?, ¿Lo que hemos perdido en el camino?, ¿Lo que nunca alcanzamos? Dios desea que seamos libres de todo esto. No nos quiere ver prisioneros de lo que no fue o de lo que perdimos. Él todavía tiene razones para alegrarnos; nos tiene buenas noticias.

La gracia del Señor está a nuestra disposición.

Proclamamos nuestra alegría como Isaías:

Me alegro en el Señor con toda el alma
y me lleno de júbilo en mi Dios,
porque me revistió con vestiduras de salvación
y me cubrió con un manto de justicia.

Proclamamos nuestra alegría como María:

Mi alma glorifica al Señor
y mi espíritu se llena de júbilo en Dios, mi salvador
.

Santa María Eugenia Milleret dijo:

“La redención es un trabajo de liberación aún por completarse.”

Isaías nos dice:

Así como la tierra echa sus brotes
y el jardín hace germinar lo sembrado en él,
así el Señor hará brotar la justicia
y la alabanza ante todas las naciones
.

No hemos terminado de alegrarnos

El trabajo de redención continua. Hay mucho por hacer, por nuestra parte nos toca reconocer las buenas nuevas y en eso, alegrarnos.

Me objeto los cristianos pesimistas. Aquellos que solo ven en el mundo pecado y destrucción; solo ven lo malo de cada persona. Quieren vivir en una burbuja y aislarse del mundo que, según su opinión, los mancha.

¡Yo no! Yo quiero ser un cristiano optimista. Quiero ser capaz de ver todo lo hermoso que Dios ha hecho hasta ahora, lo mucho que hemos progresado como seres humanos. Su trabajo de redención en progreso. Me conmueven los jóvenes y sus causas de justicia y de igualdad. Me alegra ver como se defienden, que se aceptan tal y como son. Veo la redención allí, veo mi razón de mi alegría.

La primera carta a los Tesalonicenses nos exhorta: “Vivan siempre alegres”, “oren sin cesar” y “den gracias en toda ocasión”.

Porque podemos alegrarnos y confiar en nuestro Señor Jesucristo. Él está activamente trabajando en este mundo. Seamos capaces de verlo; de creer en Él, porque:

  El que los ha llamado es fiel y cumplirá su promesa.”

Dios me los bendiga y seamos Santos.



Arte de Martin Erspamer, OSB
de Religious Clip Art for the Liturgical Year (A, B, and C)
["Clip Art" religioso para el año litúrgico (A, B y C)]. Usado con permiso de Liturgy Training Publications. Este arte puede ser reproducido sólo por las parroquias que compren la colección en libro o en forma de CD-ROM. Para más información puede ir a: http://www.ltp.org