Hay un dicho que alguien se fijó en un ángel que estaba
caminando en la calle con un balde de agua y un mechón de
fuego. Un hombre le preguntó: ¿Por qué andas con ese balde
de agua y ese mechón de fuego? Respondió el ángel: “Voy
con el balde de agua para apagar los fuegos del infierno y
con el mechón de fuego voy a encender las mansiones de los
cielos.” Este dicho es importante porque nos ayuda a
clarificar el por que nosotros vamos a la iglesia cada
domingo.
Jesús hoy en el Evangelio tiene un choque con los escribas
y jefes del templo después de expulsar a los vendedores de
animales para el sacrificio en el templo y los que daban
cambio en el templo para ganancia. ¿Está Jesús lleno de
ira porque Él tiene una pasión por la casa de su Padre y
el abuso de los mercaderes? Sí, sabemos que está claro que
los pobres y marginados no pueden presentarse o se les
hace muy difícil presentarse en el templo de Jerusalén
para adorar y orarle a Dios.
Pero entonces Jesús empieza a hablar del templo que Él
puede reconstruir en tres dias. Entonces cambia todo y
Jesús nos está presentando un cambio radical en nuestro
entendimiento y relación con Dios.
San Pablo en nuestra segunda lectura nos dice: “Los judíos
demandan signos y los griegos esperan sabiduría, pero
nosotros proclamamos a Cristo crucificado.” ... Sigue esta
lectura: “Para los judíos y griegos, Cristo es el poder de
Dios y la sabiduría de Dios.” San Pablo nos deja saber que
la oración y alabanza que le damos ahora a Dios no será
suficiente en el templo, sino que tendrá su énfasis en el
Cristo Resucitado. El templo, la iglesia no es lo
importante, sino el Espiritu de Jesús resucitado que está
demostrado en su cuerpo encarnado en su Pueblo que nos
guía al Espíritu transformador y resucitado hacia Dios.
Entonces fijémonos en las tres razones por las cuales los
católicos vamos a la iglesia o al templo cada domingo.
Primero, para darle gloria y alabanza a Dios. Dios no
necesita nada de nosotros. No hay nada que podemos darle a
Dios. Pero sí podemos reconocer que todo lo que somos y
tenemos es herencia de un Dios bondadoso y lleno de
misericordia.
Segundo, nos juntamos cada semana para encontrarnos con
Cristo en la comunidad de los creyentes, en las
escrituras, y en el sacrificio de la última cena. En la
comunidad de los creyentes aunque somos imperfectos, todos
estamos luchando en el camino para crear el Reino de Dios
aquí en nuestra realidad. Las escrituras nos recuerdan la
historia de nuestros antepasados sobre las generaciones y
nos orientan en el camino actual hacia Cristo como Pueblo.
En el sacrificio de la última cena, estamos llamados a la
reconciliación entre la familia y nuestros prójimos para
tener un corazón de servicio y unión en nuestra diversidad
como una comunidad de inclusión, misericordia, y amor.
Tercero, también nos juntamos porque hay un hambre
espiritual y sed que nada más Jesús con nuestro Dios puede
llenar. Hay muchos hambres falsos que tenemos: como las
dependencias del alcohol o las drogas; el estar atentos
nada más a nuestro propio egoísmo y lo que queremos
nosotros separados de nuestra pareja o hijos o los hijos
sin prestar el respeto a sus padres; también el racismo en
nuestra sociedad contra inmigrantes o personas de color;
el deseo a lo material siendo más importante que lo
espiritual. Pero al fin nos juntamos los domingos porque
hay muchas tentaciones para desviarnos hacia los hambres
falsos y nos llama el hambre más poderoso y profundo, que
es el deseo de estar en saludable relación con Dios y
nuestro prójimo.
Entonces cuando vemos a un ángel con un mechón de fuego o
un balde de agua quizás le podemos prestar nuestra ayuda
reconociendo que es el amor y misericordia de Dios y estar
en la presencia de Nuestro Señor Resucitado que deseamos
cuando llegemos al fin de nuestro camino en este mundo.
P. José M. Santiago, OP, MSW, D.MIN
|
Padre José M. Santiago, O.P., MSW, D. MIN, Profesor
Asistente de Teología Pastoral en el Instituto de
Tomas Aquino de San Luis, Missouri.
Derechos de Autor © 2012, Jose Santiago.
Todos los derechos reservados.
Se concede permiso para la reproducción para
uso personal o uso parroquial.
|
Arte de Martin Erspamer, O.S.B. (Anteriormente Steve
Erspamer, S.M.)
de Religious Clip Art for the Liturgical Year (A,
B, and C)
[“Clip Art” religioso para el año
litúrgico (A, B y C)].
Usado con permiso de Liturgy Training Publications. Este
arte puede ser reproducido sólo por las
parroquias que compren la colección en libro o en
forma de CD-ROM. Para más información
puede ir a:
http://www.ltp.org/
|
|
|