Por la Iglesia, que podamos ser una fuente de agua viva para todos los que tienen sed de sentido y propósito en sus vidas

Por la gracia de ser valientes: que podamos abandonar nuestro miedo y malestar y ser agraciados con la libertad de compartir la alegría que hemos encontrado al conocer a Jesucristo

Por una mayor aceptación de la Palabra de Dios: que mantengamos la Palabra de Dios en nuestro corazón, que reflexionemos sobre ella, y saquemos vida de ella

Por una profundización de la esperanza: que el Espíritu de Dios nos recuerde la inmensidad del amor y fidelidad de Dios

Por la gracia de buscar una realización auténtica: que no nos dejemos seducir por las satisfacciones superficiales, sino que busquemos a Aquel que puede satisfacer nuestros más profundos anhelos

Por la valentía de reconocer y admitir nuestros pecados: que como la mujer en el pozo, podamos sinceramente enfrentarnos a nuestra vida y pedir ayuda para cambiar nuestra dirección

Por todos los que se enfrentan a prejuicios y discriminación: que Dios sane sus heridas y les ayude a continuar compartiendo sus talentos para el bien de la sociedad

Por los que tienen sed todos los días, especialmente los refugiados, las víctimas de la violencia, desastres naturales, y guerra: que Dios les ayude y asista y que nuestros corazones sean más sensibles a la difícil situación de todos los que están sufriendo

Por todos los elegidos: que crezcan en su deseo de las aguas del nuevo nacimiento y que den entrada más plenamente a Dios en su corazón durante esta Cuaresma

Por un mayor reconocimiento del ministerio de las mujeres: que aceptemos y alentemos los dones ministeriales de las mujeres que traen la buena nueva a nuestras comunidades y a aquellos que nunca vienen a la Iglesia

Por la gracia de la conversión: que aceptemos un cambio de corazón y pongamos a Dios en primer lugar en nuestras vidas

Por la gente de Japón: que Dios les dé fuerza, cure su dolor, y les proteja de más daños y sufrimientos

Por una profundización de la oración en nuestras vidas: que podamos encontrar la manera de hacer espacio a Dios y pasar tiempo en oración y reflexión durante estas próximas semanas

Para que se ponga fin al derramamiento de sangre y a la violencia en las zonas de conflicto, en particular, Libia, Yemen y Bahrein: que Dios guíe el corazón del hombre lejos de asesinatos y violencia hacia caminos de paz y diálogo