Espiritualidad de las sagradas lecturas
Domingo 4º de Cuaresma, ciclo B
18 de marzo 2012

Primera lectura: 2Crónicas 36: 14-16, 19-23
Salmo responsorial: 137:1-2, 3, 4-5, 6
Segunda Lectura: Efesios 2: 4-10
Evangelio: Juan 3: 14-21


Escuche la Luz

 

No escuchar a Dios no es una cosa buena. Todos lo sabemos, pero las lecturas de este cuarto domingo de la Cuaresma insisten en ello.

La gente de Judá “multiplicó sus infidelidades,” dice la Primera lectura, adorando a dioses falsos, contaminando el templo sagrado, no haciendo caso del verdadero Dios con energía. Lea la Primera lectura con los terribles detalles.

Por compasión, Dios había enviado a profetas para advertirlos, pero todos fueron recibidos solamente con desprecio. La gente no les escuchaba. “No había ningún remedio,” dice el autor: la gente fue condenada por sus propias acciones. El amor de Dios había permanecido constante, pero el de ellos no. Un ejército invasor los llevó cautivos a Babilonia, donde permanecieron en exilio durante setenta años hasta que el bueno y justo Rey Ciro conquistó Babilonia y les dejó ir.

Para el Salmo Responsorial tenemos uno de los más conmovedores de todos, el exquisito Salmo 137. En él la gente llora como cautivos en una tierra extranjera. No quieren cantar las canciones de Judá porque han sido desterrados de todo lo que ellos amaban, de todo lo que su propia infidelidad les había robado a ellos. Para ellos, la luz de vida se había apagado. Pero ellos habían cerrado sus ojos a esta luz.

El Evangelio de San Juan nos dice que una persona es condenada porque esa persona "no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios.” Dios no tiene ningún deseo de condenar, pero la gente se condena separándose de Dios.

Al final de la lectura del Evangelio hay un dicho muy interesante y muy sabio que resume el mensaje de las lecturas:

La luz vino al mundo, pero la gente prefirió la oscuridad a la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra perversamente odia la luz y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras.

Tal vez estas frases revelan la esencia del pecado en sí. La luz muestra demasiado de nuestra vida. Nos avergonzamos. Escondemos nuestra identidad pecadora. Sin embargo, hemos sido creados para buscar la luz.

Quizás este escritor puede ser perdonado por presentar un poema en este espacio, sobre todo uno que él mismo escribió. Es una fábula, presentada en el estilo de un verso de niños. Le recomiendo que usted lo lea en voz alta. Quizás le recuerde a usted las lecturas.

Había una vez una ciudad construida a la luz del sol.
El calor y la risa abundaban.
Los recuerdos del día permanecían cada noche
hasta que el sol podía regresar.

El miedo dijo una mañana, la luz es demasiado brillante.
Demasiada verdad se puede ver.
¿Cómo podemos parecer lo que decimos que somos
si la luz, intrusa, está aquí?

Se levantaron paredes y se prohibieron todas las ventanas
y nada del día podía permanecer.
La ciudad dijo, nos has abandonado, oh sol.
En la oscuridad nos hemos quedado ciegos.

Pero el sol afuera todavía radiaba su luz,
y su calor y su risa y amor.
Iluminaba las paredes
y calentaba su frialdad,
mientras dentro, el alma moría aburrida.

Ahí dentro envió un solo rayo,
rayo de luz de risa y atención.
Suave, silenciosamente, casi como primavera,
el amor se abrió y floreció y creció *


Escuche la luz. Escuche a Dios esta Cuaresma. Deje que el amor florezca y crezca.

John Foley, S. J.
Traducción de Julián Bueno, Ph.D.

*Poema copyright John B Foley, S. J., 1980
Todos los derechos de autor están reservados.


El Padre John Foley, S.J. es compositor y académico en Saint Louis University,
Queda invitado a enviar una nota al autor de esta reflexión:


Derechos de Autor © 2012, John B Foley, S. J.
Todos los derechos reservados.
Se concede permiso para la reproducción para uso personal o uso parroquial.


Arte de Martin Erspamer, O.S.B. (Anteriormente Steve Erspamer, S.M.)
de Religious Clip Art for the Liturgical Year (A, B, and C)
[“Clip Art” religioso para el año litúrgico (A, B y C)].
Usado con permiso de Liturgy Training Publications. Este arte puede ser reproducido sólo por las parroquias que compren la colección en libro o en forma de CD-ROM. Para más información puede ir a: http://www.ltp.org/