1 Por la Iglesia: que seamos instrumentos de la misericordia y la bondad de Dios, compartiendo con los que sufren todo lo que hemos recibido.
2 Para practicar el perdón en la Iglesia: que Dios nos sane las heridas que han debilitado el Cuerpo de Cristo, renovando nuestros espíritus para promover la misión de Jesús.
3 Para la gracia de perdonar: que Dios nos anime a perdonar a los que nos han hecho daño, rezando por ellos y sus necesidades.
4 Por Papa Francisco y por todos los enfermos: que el Espíritu de Dios los sane y los levante para seguir sirviendo al Pueblo de Dios.
5 Por nuestros enemigos: que dejemos atrás los daños y los resentimientos pasados para buscar una nueva comprensión.
6 Por las víctimas de la violencia en las ciudades: que se recuperen de sus heridas, para ser ejemplos de la esperanza y la misericordia para sus vecinos.
7 Para tener nuevos ojos y nuevos corazones: que reconozcamos a los demás, especialmente a los pobres, como nuestros hermanos y hermanas, tratándoles con amor.
8 Por los que ni conocen el perdón: que experimenten la misericordia verdadera de parte de alguien que ya ha recibido el perdón de Dios.
9 Para la sanación de las divisiones raciales y étnicas: que todos respetemos el valor y la dignidad de cada persona.
10 Por los que sienten alienados de la Iglesia: que Dios les sane los daños, para experimentar la acogida en nuestra comunidad.
11 Por los que sufren: que Dios libere a los presos injustamente encarcelados, anime a los que viven en temor y fortalezca a las víctimas de desastres naturales.
12 Por los que se encuentran sin empleo: que Dios les fortalezcan, calmando su miedo y guiándoles a nuevas posibilidades.
13 Por los refugiados y los migrantes: que Dios acompañe a los que se han escapado de guerras y terror, protegiéndoles de más daño, y ayudándoles buscar una vida nueva.
14 Para la paz: que Dios les guíe a los políticos para acabar con la violencia , aplicando sus recursos para combatir el hambre, la enfermedad y la opresión.