En el Evangelio, Jesús es aclamado como Rey de Israel
por una gran multitud mientras él entra en
Jerusalén montado en un burro. Es un gran
desfile triunfal, la cumbre de la fama y el éxito
popular para Jesús.
Pero quiero preguntar sobre el burro. No es el burro
de Jesús. ¿Cómo lo obtuvo?
El Evangelio dice que mandó a sus discípulos a
un pueblo vecino para desatarlo y llevárselo.
Pero ¿Por qué dejaría alguien que esos
hombres se alzaran tan fácilmente con su burro?
Aparte de eso, ¿Cómo sabía Jesús
que el burro estaba allí?
Aquí les presento una respuesta posible. El
Evangelio dice que Jesús estaba cerca a
Betanía cuando mandó a sus discípulos a
conseguir el burro. Así que, quizá el
burro estaba en Betanía. Marta, María y
Lázaro vivían en Betanía. Como el
burro––que es una bestia
humilde––Marta, María, y Lázaro
son gente pequeña y ordinaria. Nadie los
aclamaría en desfiles grandes. Sin embargo, son
los amigos particulares de Jesús. Tal vez el
burro pertenece a ellos o a sus vecinos. A lo mejor
Jesús sabe precisamente donde está el burro
porque lo ha visto cuando estaba visitando a María y
su familia. Quizá los vecinos están tan
listos para permitir que los discípulos de
Jesús se llevaran el burro porque conocen a
Jesús y se fían de él.
Según esta manera de leer la historia, el gran Rey de
Israel entra en Jerusalén con aclamación
popular sobre la pequeña bestia que viene del pueblo
de sus amigos particulares––dos mujeres
ordinarias y su hermano igualmente ordinario.
Y a continuación: el mismo pueblo que tanto aclama a
Jesús, luego se ve gritando por su
crucifixión. Así es cuanto valen la fama
y el éxito popular. Y esto es lo que vale la
amistad particular con el Señor. Cuando
Jesús asciende a Dios Padre, ¿Sabes
dónde elige estar? En Betanía (Lucas
24:50), donde están sus amigos Mariá, Marta, y
Lázaro.
Así que en su procesión real, sobre ese
burrito, nuestro Señor nos enseña qué
es lo que realmente nos vale la pena: las cosas
pequeñas, las cosas particulares tan preciadas por
nosotros y por nuestro gran Rey.
Eleonore Stump
Traducción Thomas Schaefgen, O.P.
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